lunes, 28 de mayo de 2007

Lágrimas De Sangre

De un niño nació el silencio,
Del silencio nació el padre,
De mi sueño nació el miedo
De un oscuro día martes,
Que de lluvia cubrió el cielo
Para hacerlo inolvidable.
Del amor nace la vida,
Y la muerte de ella nace,
Por el cielo el pensamiento,
Mi mirada por la calle
Y mis lágrimas sombrías,
Del dolor, fueron señales.
¡Para qué tengo el recuerdo
Del dolor, en donde late
La verdad y la mentira
Y una duda y una llave!
Para que ver el misterio
Si la suerte es tan distante.
La memoria de aquel sueño
No se puso con la tarde,
Fue tan cruel, fue tan ambiguo,
Tan oscuro fue el mesaje
Que bastó para, a la noche,
Nuevamente desvelarme.
Era un niño tan pequeño,
Era un mundo tan infame,
Eran dos luceros negros
Esperando que lo salven,
Era puro como el alma,
Era triste como el sauce.
Era tierno con la vida,
Era suave con el aire,
Era fiel a su condena,
¡Tan paciente con la carne!,
Era dulce en la tormenta
Y tan fuerte como nadie.
Para quien la muerte teme,
De la vida no hay escape
Y si fuerte suena el río
Es que grandes piedras trae;
La verdad es tan difícil,
Suele ser vivir un arte.
Triste el niño en la su alcoba
esperaba que lo apaguen,
Intentando consolarlo
Me acerqué hasta aquella imagen
Y el recuerdo de sus ojos
Es el miedo que me invade.
¡Que más da que esté despierto!
¡Y hoy mis lágrimas derrame!
Si ví claro su tormento
Y no supe consolarle;
Ví su rostro fijamente
¡Y lloró lágrimas de sangre!
Yo sequé el dulce penar
Suave y rojo del infante,
¡Qué pequeño era de tiempo!
¡Su dolor era más grande!
Yo esperaba inútilmente
Que, por él, su vida cambie...
Si fugaz el tiempo pasa
Y feliz escribo al parque,
Será que la primavera
Podrá ver nacer a un ángel,
Y sabré que yo era el niño
Y mis lágrimas de sangre.

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