lunes, 28 de mayo de 2007

Estación De Nunca Jamás

Ocres lágrimas de otoño
Me llovieron en el parque,
Para quien, sentado solo,
No imagina lo pensable.

Gris el cielo a triste altura
Contemplé desde mi asiento,
Dubitaba con la lluvia;
Con el viento pasó el tiempo.

Hojas secas me cayeron,
¡Quién diría!, me dijeron
Que en otoño siempre tiendo

A pensar en el mañana,
A esperar, triste, el invierno
Y a escribir en esa banca.

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